La nueva clasificación de antibióticos veterinarios

A partir de ahora, los antibióticos veterinarios se dividirán en cuatro categorías, de la A a la D, bajo los nombres de Evitar, Restringir, Precaución y Prudencia.

Esta nueva actualización se basa en la experiencia adquirida desde la categorización inicial de los antibióticos en 2014 y se clasifica considerando el riesgo que causa a la salud pública su uso en animales, ya que existe la posibilidad de que se desarrolle una resistencia a los antibióticos por su continuo uso en veterinaria.

Además, considera todas las clases de antibióticos e incluye criterios adicionales como la disponibilidad de antibióticos alternativos en medicina veterinaria.

La nueva clasificación de los antibióticos veterinarios ha sido también aprobada por el Comité de Medicamentos Humanos y se adapta al enfoque One Health, que promueve una estrecha colaboración entre la medicina humana y la veterinaria.

Las cuatro categorías de la nueva clasificación

Así, cada una de estas categorías cuenta con una palabra de acción clave atribuida para un mejor entendimiento.

• La categoría A = Avoid (evitar): incluye antibióticos no autorizados actualmente en medicina veterinaria en la UE. Se prohíbe su uso en animales destinados a la producción de alimentos, mientras que a los animales de compañía se limita a, únicamente, en circunstancias excepcionales.
• La categoría B = Restrict (restringir): abarca quinolonas, cefalosporinas y polimixinas de tercera y cuarta generación. Su uso en animales debe restringirse para reducir el riesgo que puede provocar en la salud pública.
• La categoría C = Caution (precaución): dentro de esta categoría se encuentran los antibióticos que cuentan con alternativas en medicina humana en la UE pero que, en medicina veterinaria, solo existen algunas alternativas en ciertas indicaciones. Tan solo deben usarse cuando no haya sustancias antimicrobianas efectivas en la categoría D.
• La categoría D = Prudence (prudencia): es la de menor riesgo. Pueden utilizarse en animales siempre que se haga de una forma prudente y debe evitarse tanto su uso innecesario como los largos períodos de tratamiento. El tratamiento grupal solo debe aplicarse cuando el individual no sea viable.

Otras consideraciones a tener en cuenta:

Además de atender a las categorías anteriores, se proporciona una serie de recomendaciones para evitar que este problema persista en el tiempo.

• Se debe evitar el uso innecesario, los períodos de tratamiento excesivamente largos y la subdosificación de medicamentos veterinarios.
• El tratamiento grupal debe limitarse a situaciones donde el tratamiento individual no es factible.
• Se recomienda consultar las directrices de la Comisión Europea sobre el uso prudente de antibióticos en animales.
• La vía de administración debe tenerse en cuenta, junto con la categorización al prescribir antibióticos, debido al impacto que puede ocasionar sobre la resistencia a los antibióticos.
   
  • Tratamiento individual local. Por ejemplo, el inyector de ubre, las gotas para los ojos o los oídos.
  • Tratamiento individual parenteral (intravenoso, intramuscular, subcutáneo).
  • Tratamiento individual oral. Por ejemplo, el bolo oral.
  • Medicamentos grupales inyectables (metafilaxis), solo si están debidamente justificados.
  • Medicamentos grupales orales a través de agua potable/ sustituto de leche (metafilaxis), solo si se justifica adecuadamente.
  • Medicamentos grupales orales a través de piensos o premezclas (metafilaxis), solo si están debidamente justificados.

Por último, le proporcionamos una infografía elaborada por la EMA sobre la categorización de los antibióticos para su uso en animales, así como una versión extensa con toda la información, ambas en inglés.

Si tiene alguna duda o necesita más información, no dude en ponerse en contacto con el equipo especializado de Humeco.