Uso de terapias hormonales en vacuno, ventajas e inconvenientes

El uso de tratamientos hormonales en vacuno provoca una elevada preocupación en los consumidores, por ello la responsabilidad durante todo el proceso de trazabilidad de la empresa, el veterinario y la última decisión del ganadero fueron uno de los temas centrales que se analizaron en la mesa redonda de la octava Jornada Científico-Técnica de Reproducción Bovina organizada por Humeco, que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Huesca.

¿Qué aspectos se trataron en el debate?

Antes de dar comienzo al debate, diversos expertos en la materia abordaron sus posturas respecto a la necesidad de aplicar terapias hormonales.

Federico Randi, mánager técnico internacional de Rumiants Corporate Marketing, de Ceva Santé Animale, subrayó en su exposición que la sincronización hormonal tanto en el vacuno de carne como de leche, se debe a la advertencia de la FAO basada en la estimación del aumento de la demanda y consumo de productos de origen animal en 2050 de un 50% más en leche y un 30% más en productos cárnicos.

En cuanto a la aplicación de sistemas de sincronización de las reses realizó la siguiente afirmación: "el 84% de las vacas tuvieron un ternero al año siguiente" y defendió este tipo de programas como una herramienta muy efectiva "si el manejo de la explotación está funcionando correctamente".

Por otra parte, Giovanni Gnemmi, de Bovinevet, expresó en su intervención algunos aspectos en defensa de la no necesidad de la terapia hormonal.

El punto de partida de su exposición se basó en destacar como objetivos principales del criador obtener rentabilidad en el trabajo cumpliendo las garantías de bienestar animal y garantizando la salud del consumidor. Indicó además la baja tasa de reproducción en la sincronización de las explotaciones en cuanto al celo y preñez.

"El 30% de las vacas permanecen vacías cada año y el primer parto de las vaquillas se produce con más de 28 meses de edad del animal", resaltó Gnemmi quien como matiz añadió que una de las dificultades principales de las terapias hormonales es que "la inseminación es muy temprana" y por ello, "la tasa de concepción es muy baja".

Para el especialista de Bovinevet una alternativa a las terapias hormonales sería la prevención mediante el trabajo de diferentes aspectos como la nutrición, el manejo de la reproducción y de los recursos humanos y el conocimiento del medio ambiente y del estado de confort de los animales.

En sus conclusiones destacó que "el objetivo de no tratar no más del 20% de las vacas con hormonas no es un objetivo sino un medio" por lo que su apuesta se basa en "crear unas mejores condiciones para la vaca de leche con el objetivo de prevenir enfermedades".

La intervención de Robert Smith, profesor de Sanidad Animal de la Universidad de Liverpool, se centró en el pensamiento del consumidor acerca de la conveniencia o inconveniencia de aplicar tratamientos hormonales en el ganado vacuno, destacando "que existe una desconexión muy grande entre ganaderos, veterinarios y consumidores".

En su opinión, uno de los principales objetivos es centrarse en aquellas vacas más problemáticas o que presentan dificultades de gestación por lo que aboga "por adaptar el tiempo de la inseminación para compensar los efectos de nuestro manejo".

En sus conclusiones destacó "la necesidad de mejorar la comunicación con los ganaderos para informar qué y cómo estamos haciendo los tratamientos, pasar la información a los consumidores y centrarse en aquellos animales que tienen problemas".

Como ves, en la mesa redonda organizada en la Jornada Científico-Técnica de Reproducción Bovina los asistentes pudieron disfrutar de un debate de lo más interesante sobre el uso de terapias hormonales en vacuno protagonizado por grandes profesionales del sector. ¡Esperamos que le haya resultado de interés!